sábado, 2 de julio de 2011

TENGASE PRESENTE



“…Si yo me veo en el deber de referir lo que se cuenta, no me veo obligado a creérmelo todo a rajatabla; y que esta afirmación se aplique a la totalidad de mi obra».  HERODOTO.


Resulta muy  probable
que un día deba dar cuenta
de cada letra convocada,
de cada verso anidado con tu nombre,
y cada promesa incumplida
se desate en una ola de agujas y cuchillos.
 
Es probable,
tu sabiduría me salpique
con sus gotas de luz, todavía en estos días,
cuando todo se transforma con un clic,
con una alerta, un titular,
un noticiero desquiciado.

Increíble, abuelo Heródoto, increíble,
tan lejos de la radio, la Internet, las noticias,
la farándula,
(y la letra chica del contrato).

Ya presentías esta farsa posmoderna:

Un día cambiaría su versión el abogado,
necesitaríamos testigos, poderes, plena prueba:I
Igual se anularía un veredicto,
la historia sería increíble sin revisionistas, 
o analistas de la memoria colectiva.

Un día dudaríamos
de los escritos del Ministro de Educación,
de las promesas del Alcalde,
del IPC, o  los índices de desempleo,
de las escrituras de dominios
en las tierras de los mapuches.

Todavía, como tú,
no me conforman los registros oficiales,
necesito a los antiguos,
la voz de Homero, a los poetas, a la tribu,
todavía como tú,  amo el papel
que deja latiendo en su memoria
la palabra que no cambia.

… Probablemente que no cambie.

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