“Puedo caminar y no caminar
Pero caminar y no caminar es imposible
Puedo lo imposible.”
Este es un clásico ejemplo de una lógica donde las conclusiones no son comprobadas, y lo más probable, equivocadas. Pero es impresionante como esta manera de inferir las cosas sigue en nuestros días haciendo eco en los incautos que prefieren dejar a otros la tarea de pensar y dejarse llevar por todo aquello que se escucha o se ve sin cuestionar nada de su esencia.
“Este está fallado”, era lo mismo que andar lesito, o algo duro de cuesco. Entre niños un motivo de juego o de burlas cuando algo no andaba bien en la cabeza del otro, ya sea porque el conocimiento era más esquivo, los cálculos no cuadraban, o el señalado era poco avispado o más bien flojito.
Comprensible cuando de juegos de niños se trata, porque a través de ellos van conociendo el mundo y las enormes potencialidades que este encierra. Cada día un nuevo desafío al intelecto o a las habilidades.