jueves, 1 de diciembre de 2011

SOBRE ALGUNAS "REINCIDENCIAS"




El 13 de octubre del presente, en el salón municipal de Valdivia, vio la luz este libro “Reincidencias” de la escritora Ana Rosa Bustamante, editado por Kultrún y financiado por el Conarte.  Me habría encantado estar allá, pero Ana sabe de las tiranías laborales. 

Sin duda, Una primera lectura de este poemario no fue lo suficiente para embeberme de este río de emociones que me dejó huérfano en medio de la noche, solo frente al universo danzante por mis sienes:  Quería saber qué cosa, por qué Ana Rosa había escrito de esa manera, tan lejana y brutal, tan extraña y familiar a la vez, tan remota y cercana como la contradicción misma.  Estaba frente a los recovecos de una geografía emocional ondulante y sinuosa donde la opción del diálogo femenino se encaramaba desde el fondo del inconsciente como un viaje a través del tiempo, un viaje de voces duras, a veces tenues, otras, encendidas y desafiantes.

Es que Reincidencias es un carrusel de Anitas, muchas en una sola mujer, desvariando la negación del encierro en la trampa del tiempo, desde siglos hasta nuestros días en aquella visión de un mundo tachonado de roles multifacéticos:  Mujer, madre, amante sometida, esclava, pero también libertaria, dolorosa y fecunda.  La poesía de Ana Rosa se eleva como expresión de la trascendencia más allá de la vida, pero sobre todo de la rebeldía de ser mujer frente al error de la desgracia.

Una decisión del diálogo femenino que además desnuda las fortalezas de la mujer en el tiempo, que desfallece y renace para reclamar lo que por derecho le niegan las sirenas y los atardeceres de horas ciegas:

¡qué hilos cortantes amarras como/ adornos a mi cuello!/ yo sangro en esta hora por mi lengua/ muda como un luto y extendida/ cruz luciente en el fondo de mi seno/ hambrienta Ifigenia con sus ojos / negros se resigna a tu olvidado tiempo.

Doliente y amadora, pero también temerosa de sus miedos recientes.  Allí cataliza la memoria colectiva de un mundo que se debate entre las ruinas de la bajeza humana:  Hoy no necesito calor/ sino un témpano/ un témpano para el dolor.  O aquellas Flores y pájaros:  allí donde el auto negro/ detenido/ permanece con un orificio/ y un grito/ que despedaza flores/ flores y pájaros,/


Ana Rosa Bustamane
Sufrimiento, pero también la esperanza  a pesar del dolor que ancla en su mirada tibia, una mirada /al frente/ sea nítida/ ver que no nos hemos muerto/ ni nos han matado/ los feroces animales que deambulan/ entre tiernas manos y besos/ y las noblezas/ que todavía no se extinguen.     

Tierna y lujuriosa en aquellos labios de fuego:  Amé la vida porque estabas en ella,/ amé al puerta del sol cuando penetró profundamente/  y yo repté/ y abrí mis ornamentos,/ porque era la única manera de ofrendarte.

Tales son estas Reincidencias, abruptas, fuertes, pero absolutamente ciegas de inocencia: 

POESIA

Como un cielo pálido
sin la menor intención
de lanzarme a los truenos
y rayos que partirán la noche,
sea esta de invierno o verano,
felino de silenciosa danza
sin anuncio
me estrella a su encía, a su garra

el poema. 

Ella sabe que otros fisgonean sus escritos, que tarde o temprano estas líneas llegarán a algún puerto de hambre donde sus versos serán descuartizados, y lo asume con la entereza que la caracteriza.

Ella sabe que los versos atrapan la palabra del discurso unificado no sólo por el acento sino que también por las pausas potenciales del significado oculto tras el manto del significante, toda vez que la representación, el concepto mental del significado se enriquece con la interacción de otros significantes en ese triángulo semiótico que enseñorea la referencia de las voces que subyacen en el universo de esta obra interesante, donde el trabajo en el manejo del idioma es otra vertiente digna del análisis.

Anita Rosa, a quien tuve el privilegio de tener en mi humilde casa a principios de este año es una incansable trabajadora de la cultura que bien merece un sitial en la letras del sur de Chile, por su tremenda vocación de escritora y su infinito amor a la poesía.

Desde Puerto Montt estas letras, que no tienen el ánimo del juicio a su obra, ya que no soy crítico, sino que nacen desde la poesía que nos hermana.   



Gabriel Reyes,
Cónsul PPdM para Puerto Montt.
http://gabrielreyeschile.blogspot.com

1 comentario:

  1. Muchas gracias por tu atención, poeta amigo, no lo pudiste haber expresado mejor, y gracias por reconocer mi trabajo, amor por la poesía y por alguna diligencia hecha por el fomento lector....Abrazos desde Valdivia.

    ana rosa

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